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El feminismo y las
mujeres de distintas etnias
Las mujeres de distintas etnias han surgido como una poderosa fuerza en el
movimiento feminista, configurando un feminismo que refleja sus experiencias
y prioridades. Sus escritos ponen de manifiesto que la opresión de estas
mujeres proviene de la interacción de los sistemas opresivos de raza, género
y clase social.
Un ejemplo de ello es el pensamiento feminista negro. Éste no es un producto
puro de estudiosas y activistas, sino que sus orígenes se fundan en las
acciones de las mujeres negras corrientes y en sus actos cotidianos de
oposición que comenzaron en la época de la esclavitud. Por encima de todo,
el pensamiento feminista negro contemporáneo se especializa en formular y
reorganizar el punto de vista característico y autodefinido de las mujeres
afronorteamericanas. Como tal, trata de poner de manifiesto y validar la
experiencia vivida por las mujeres afronorteamericanas, con la convicción de
que las disciplinas académicas tradicionales, así como los estudios
realizados por las mujeres blancas y por los afronorteamericanos varones,
han dejado de lado esta experiencia.
El feminismo negro valora la ética del cariño. Las emociones tienen sentido
y hay que validarlas, no reprimirlas. Debe cultivarse la empatía. El
pensamiento feminista negro sostiene también que los puntos de vista y las
opiniones son personales y no objetivos y que los individuos también son
personalmente responsables de sus convicciones. Por tanto, un psicólogo
cuyas teorías perpetúen los estereotipos raciales o el racismo es
responsable de sus efectos y no puede parapetarse tras la máscara de la
objetividad científica. Por último y, quizá, de mayor importancia, el
pensamiento feminista negro manifiesta que tanto el racismo como el sexismo
afectan la vida de las mujeres negras.
El tema de las mujeres de distintas etnias y el feminismo es delicado. Hay
quien cree que el feminismo ha estado dominado por las mujeres blancas de
clase media, que han dado la máxima prioridad a sus problemas, dejando de
lado los más importantes para las mujeres de distintas etnias. Al mismo
tiempo, quizá estas mujeres piensen que el feminismo divide sus lealtades en
el seno de sus propias comunidades y que deberían poner todo su empeño en
luchar contra el racismo. Pueden sentir que el feminismo crea conflictos
entre ellas y sus hombres; por ejemplo, los hombres afronorteamericanos
creen, con frecuencia, que sus mujeres deberían apoyarles cuando
experimentan casos de racismo. Hay quienes estiman que los
afronorteamericanos deberían unirse y que el feminismo sólo consigue
dividirlos de acuerdo con el género de cada cual.
La cuestión importante es que el movimiento feminista debería ser para todas
las mujeres y que todas ellas pueden hacer aportaciones importantes, con
independencia del color de su piel. Sólo combinando las perspectivas y los
estudios de las mujeres de todos los grupos étnicos podremos conseguir un
movimiento eficaz para promover la igualdad de todas las mujeres con todos
los hombres. |
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