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INCIDENCIA DEL INCESTO
Tradicionalmente, se pensaba que el incesto era algo raro y estrafalario.
Las primeras investigaciones confirmaron esta idea, al mostrar que la
cantidad de incestos perseguidos por la policía y procesados por los
tribunales en los Estados Unidos correspondían sólo a una o dos personas por
millón y año. La realidad, sin embargo, es que la inmensa mayoría de los
casos no se denuncia ni se persigue. Para hacernos una mejor idea de su
auténtica incidencia, es preciso encuestar a la población en general. En una
investigación de este tipo, el 7% de la muestra había llegado al coito con
algún pariente. En una encuesta general a estudiantes universitarios de
primer ciclo, el 15% de las mujeres y el 10% de los hombres manifestaron
haber tenido alguna experiencia sexual con un hermano o hermana. En la
mayoría de estos casos, la actividad se limitó a acariciar y exhibir los
genitales. Se llegó al co¡to en un 5% de los casos cuando el encuestado
tenía menos de 8 años y en un 18% cuando el encuestado tenía más de 13 años.
La cuestión es que el incesto, sobre todo si se define de manera que incluya
cualquier otro contacto sexual además del coito, no es en absoluto raro.
¿Qué tipo de incesto es más corriente: entre padre e hija, entre hermano y
hermana o entre hermanastros? En un estudio sobre incestos denunciados (a la
policía o a otras autoridades), los casos entre padre e hija eran, con
mucho, los más corrientes: constituían el 78% de la muestra; el 18%
correspondía a incesto entre hermano y hermana; el 1%, entre madre e hijo, y
el 3% restante, estaba constituido por relaciones incestuosas múltiples. No
obstante, en investigaciones sobre la población general, el incesto entre
hermano y hermana es mucho más corriente, superando al habido entre padre e
hija en una proporción de cinco a uno. Por tanto, parece que el incesto
entre hermano y hermana es, en realidad, la forma más corriente. Sin
embargo, la mayor parte de las investigaciones se han realizado sobre los
casos denunciados, o sea, sobre el incesto entre padre e hija, que
representa un caso claro de daño inferido por un hombre a una mujer. |
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