EL
LENGUAJE DEL CUERPO: POSTURAS, GESTOS... PSICOLOGÍA
La
definición de lenguaje corporal, es, obviamente, muy parecida a la de
comunicación no verbal: por lenguaje corporal entendemos, de hecho, toda aquella
gama de movimientos, posturas, poses y gestos que expresan un mensaje a la
persona que se encuentra en ese momento a nuestro lado. Este lenguaje no es
hablado y es, generalmente inconsciente.
Si
pensamos, por ejemplo, en una situación de galanteo, las dos personas
protagonistas se situarán una enfrente de la otra, y formarán una barricada de
brazos y piernas (extendiendo el brazo en el sillón, juntando las cuatro
rodillas, etc.), de modo que resulte difícil para alguien ajeno introducirse en
la conversación, por la propia postura que mantienen.
Si al
cabo de un rato no se agradan y se han aburrido de la conversación, uno o los
dos miembros, separará las rodillas de su compañero/a, cruzará los brazos sobre
el pecho o extenderá el brazo alejado de su interlocutor hacia afuera, como
invitando así en el espacio a que entre otro amigo en la conversación.
Existen
gestos muy curiosos de galanteo. Por ejemplo, una mujer que se sienta atraída
por un hombre en una fiesta, se sentará cruzando las piernas y dejando ver un
poco el muslo, sacará el busto hacia afuera, apoyará la mano en la cadera y se
acariciará mano y muñeca. Tal vez ría con fuerza para atraer la atención y
echará la cabeza hacia atrás moviendo la melena.
Cuando
nos encontramos en «territorio ajeno» (casa de amigos, por ejemplo), la manera
gestual con que nos reciban nos demostrará qué sienten hacia nosotros. Si les
agradamos, nos mostrarán los brazos abiertos (como invitándonos a compartir su
territorio familiar), sí nos reciben con los brazos sobre el pecho o extendidos
hacia los lados, cabe interpretar que, por los motivos que sean, la visita no
les agrada demasiado.
Se ha
descubierto que existen movimientos mínimos que son inseparables de una palabra
(por ejemplo, en USA, al efectuar una pregunta, abren los ojos y levantan el
mentón y mano), pero también posturas que contradicen lo que se dice en lugar de
subrayarlo (por ejemplo, un hombre tratará de demostrar que es fuerte y
masculino con gestos bruscos y rápidos, mientras que una voz suave y una mirada
sumisa, nos indicarán que es una persona pasiva y débil).
Las
posturas que adopte un grupo de personas al charlar nos dan también mucha
información sobre ellos mismos. Por ejemplo, si el grupo se coloca en círculo,
es casi seguro que todo el grupo es parejo. Pero cuando hay un líder, tenderá a
situarse en la cabeza del grupo (pensemos en los patos al volar que van en forma
de «V», pues bien, la postura del grupo será ahora algo así). Generalmente, la
persona que hable y gesticule más, será la de status social más alto, y el que
interrumpe, el que desea dominar.
Hablando
de status social, parece ser que dos personas del mismo status suelen adoptar,
al hablar, las mismas posturas, pero no ocurre así con la secretaria y el
director o el profesor y el alumno.
Está
comprobado que al hablar con alguien estamos moviéndonos continuamente. Aunque
no miremos a nuestro interlocutor, la forma de sentarnos frente a él o la manera
de colocar los brazos pueden mostrarle que sentimos interés por lo que nos dice
(si cruzamos los brazos sobre el pecho, nos hace pensar que nos están escuchando
mejor que con los brazos colgando a los lados del tronco).
También
se ha observado que cuando dos personas discuten, y coinciden en opinión,
acabarán adoptando la misma postura, pero no ocurre así si no se ponen de
acuerdo con el tema.
Diremos,
por último, que el lenguaje del cuerpo no es universal, pues depende
estrechamente de las culturas.