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LA MUJER MALTRATADA
Hay quienes proponen, como solución al problema de la violación, que las
mujeres se queden en casa, sin salir a la calle. Sin embargo, los datos
muestran que, en la actualidad, la mujer está menos segura en su propia casa
que en la calle. Las siguientes estadísticas dan cierta idea del grado que
alcanza la violencia doméstica:
— Se estima que, cada año, en los Estados Unidos, entre 3 y 4 millones de
mujeres reciben palizas de sus compañeros íntimos.
— Aproximadamente, el 95% de las víctimas de la violencia doméstica son
mujeres.
— Cada año, las palizas producen más lesiones que requieren tratamiento
médico que las violaciones, los accidentes automovilísticos y los atracos
juntos .
Hasta finales de los años setenta, el tema de los malos tratos a las esposas
no suscitó la atención pública, por lo que se ha investigado mucho menos que
la violación. En realidad, este tema tiene una larga historia y, en muchas
ocasiones, se ha considerado una forma legítima de comportamiento, extensión
lógica de los papeles del hombre y de la mujer. Por ejemplo, en la Francia
del siglo XVI, el Abbé de Brantóme, aunque reacio a hablar en contra de las
enseñanzas de la Iglesia Católica, se sintió obligado a preguntar: "pero,
con independencia de cuan grande sea la autoridad del esposo, ¿qué sentido
tiene que se le permita matar a su esposa?". En Rusia, durante el reinado de
Iván el Terrible, la iglesia estatal apoyó tales prácticas, aprobando una
"Ordenanza del hogar" que detallaba cómo podía dar el marido una paliza más
eficaz a su mujer. Es probable que el primer libro contemporáneo que tratara
el tema fuese: Scream Quietly or the Neighbors Will Hear (2), de Erin Pizzy
(1974), quien abrió en Inglaterra un refugio para mujeres maltratadas.
Aunque, en Occidente, se habla de la familia como de un oasis de paz y
seguridad, se estima que, actualmente, la violencia familiar es elevada. En
un importante estudio se analizó una muestra de más de 2.000 familias. Los
datos indicaron que a principios de este siglo el 16% de las parejas tuvo
algún tipo de relación violenta (desde bofetadas hasta auténticas palizas).
En el transcurso del matrimonio, eso significa que, alrededor del 28% de las
parejas habrá experimentado algún tipo de violencia. Los investigadores
estiman que en el 5%, más o menos, de los matrimonios, la mujer recibe
alguna paliza en algún momento. La frecuencia media de las palizas es 2,4 al
año. No obstante, hay que tener en cuenta que estas estadísticas representan
una estimación a la baja, puesto que muchas personas no están dispuestas a
admitir tales acontecimientos.
(1) Los malos tratos pueden producirse en situaciones diferentes a la del
matrimonio, por ejemplo, cuando un hombre divorciado o separado regresa para
pegar a la mujer o cuando tienen lugar entre parejas que sólo cohabitan de
hecho. Para simplificar la terminología, en la exposición siguiente
aludiremos a todas ellas como "esposas maltratadas". También es cierto que,
en algunos casos, es la mujer quien maltrata al marido. No obstante, cuando
la violencia es física, pero sin llegar al homicidio, la mayor fuerza física
del varón supone normalmente que la paliza a la esposa produce mayores daños
físicos que la paliza al marido. En consecuencia, nos ocuparemos aquí de los
malos tratos a las esposas y no de los que reciben los maridos.
(2) Grita en voz baja, o lo oirán los vecinos". |
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