|
LAS PRIMERAS
RELACIONES SEXUALES DE LOS ADOLESCENTES
Una pregunta que se hacen tanto los padres como los adolescentes es: ¿a qué
edad es normal tener relaciones sexuales? Este interrogante muchas veces
lleva implícitas preocupaciones provenientes del doble rasero con que se
miden las relaciones de cada uno de los sexos. Así, se desea que la niña no
tenga experiencia sexual antes de su casamiento, condenando las relaciones
sexuales premaritales, al mismo tiempo que se aguarda con inquietud que el
varón se estrene y tenga su experiencia sexual, y así demuestre "que es
hombre". Esta demostración de virilidad llega al extremo de que en muchas
tradiciones el rito de iniciación del joven ha sido la visita al prostíbulo,
a veces invitado por el propio padre...
Volviendo a la pregunta con que iniciábamos este apartado, veremos que se
han dado una serie de respuestas relacionadas con diversos parámetros, como
son los valores espirituales, principios religiosos, filosofías de vida,
información científica y psicosocial. Por tales razones, es común encontrar
en nuestros días respuestas bien diferenciadas, como los conceptos de
castidad y pureza, con la relación sexual sólo admisible en el vínculo
matrimonial y con la finalidad de la reproducción, según la visión católica,
por una parte, y la noción de la sexualidad como expresión de erotismo,
admisible en una pareja que la ejerce en forma responsable y consensual, con
la finalidad de compartir placer y establecer un nivel íntimo de
comunicación, como sostienen los partidarios del secularismo humanista.
Ciertamente, es misión de los padres compartir sus creencias con los hijos,
facilitar la educación sexual, guiar con el ejemplo y tratar de entender a
los hijos. Asimismo, si a juicio de los padres el hijo o la hija
adolescentes se encuentran en situación de riesgo (en lo que respecta a sus
posibles actividades sexuales), deben acceder a una consulta profesional.
Por su parte, los hijos deben establecer su propia escala de valores y
explorar el mundo con la mente abierta.
En otros apartados nos ocuparemos del embarazo adolescente, de las
enfermedades sexualmente transmisibles y del sida. Estos peligros, por
supuesto, colorean con tonos siniestros todo enfoque de la sexualidad
humana. Es por ello importante definir ésta desde un punto de vista amplio y
comprensivo.
Para que resulte una experiencia positiva deben cumplirse una serie de
requisitos. Analizando investigaciones clínicas, se describe un proceso de
desarrollo sexual que se inicia en el momento en que el púber toma
conciencia de que es un ser sexuado y sexual y, al vivir sus cambios
corporales, construye una imagen corporal relativamente libre de distorsión.
Durante los años de la adolescencia deberá llegar a una ausencia de
conflicto o confusión acerca de su orientación sexual y aprender a
incorporar lo afectivo como elemento enriquecedor del vínculo
íntimo-erótico. Hacia el fin de la adolescencia se alcanzará una progresiva
satisfacción con la propia sexualidad, libre de trastornos, así como asumir
responsabilidades hacia uno mismo, la pareja y la sociedad en el ejercicio
de la sexualidad. Finalmente el proceso se completa con la transformación y
corte de los lazos libidinales con los padres y el reconocimiento de lo que
le resulta eróticamente placentero o desagradable. En conclusión, es
importante que los jóvenes, antes de comenzar su vida sexual, idealmente
puedan reconocer el valor de la sexualidad en la vida de los seres humanos,
superando sentimientos de culpa, vergüenza o dificultades surgidos en la
infancia.
En encuestas similares realizadas a adolescentes de Nueva Zelanda y de
Barcelona la edad media de la primera relación sexual es de 16 años. Parece
ser que, cuanto más precoz es la primera relación, mayor es el riesgo de que
la chica lo lamente después. Así, más de la mitad de las adolescentes que
tuvieron su primera experiencia sexual a los 16 años suscribe que "hubiera
debido esperar más", y el porcentaje sube al 69% en las que tuvieron entre
los 14 y 15 años. Por el contrario, el porcentaje de chicos que lamentan
haberse iniciado demasiado pronto es bajo, independientemente de la edad.
Las encuestas revelan que hombres y mujeres tienen percepciones muy
distintas sobre la primera relación. En una relación sexual las mujeres
ponen mucho más que la libido (deseo sexual) y en general mucho más que los
hombres. |
|