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EL VIOLADOR DE
AMIGAS
Los incidentes sobre prácticas sexuales impuestas a la fuerza a compañeras
se investigaron en una muestra de 623 estudiantes universitarios. Entre
quienes respondieron, el 22% de las mujeres y el 16% de los hombres
manifestaron haber experimentado, al menos en una ocasión, una relación
sexual impuesta a la fuerza a alguna amiga o amigo. En el mismo estudio, el
10% de los hombres, pero sólo el 2% de las mujeres, reconocieron haber
obligado a alguna persona amiga a tener relaciones sexuales. En resumen, la
violación no es un hecho raro.
En algunos casos, la violación de una amiga parece deberse a la mala
interpretación de la comunicación entre el varón y la mujer. La idea
tradicional sobre las relaciones con amigas consiste en que, si ella dice
"no", en realidad está diciendo "sí". Los hombres tienen que aprender que
"no" significa "no". Consideremos este caso de mala comunicación y las
diferentes percepciones de los interesados en un caso de violación de una
compañera:
Pedro: Ángela y yo estábamos en la misma clase de estadística. Normalmente,
se sentaba a mi lado y siempre estábamos en muy buen plan. Me gustaba y
pensé que quizá yo también le gustase a ella. El jueves pasado decidí
enterarme. Después de clase la invité a que viniera a mi casa a estudiar
para preparar el examen parcial. Ella accedió de inmediato, lo que era buena
señal. Esa noche me pareció que todo iba perfectamente. Estudiamos un rato y
paramos para descansar. Podría decirse que me gustaba y que me atraía. Yo me
iba excitando. Empecé a besarla. Realmente, podría decirse que a ella le
gustaba. Empezamos a tocarnos y parecía que la cosa iba realmente bien. De
repente, ella se echó atrás y dijo: "para". Me imaginé que quería hacerme
pensar que no era una "fácil" o una "perdida". Muchas chicas creen que, al
principio, tienen que decir "no". Sabía que, cuando le hiciera ver lo bien
que lo podía pasar y que, por la mañana, la respetaría, todo iría a pedir de
boca. No hice caso de sus protestas y, más tarde, dejó de luchar. Creí que
ella quería pero, después, no funcionó y estuvo fría. ¿Quién sabe qué
problema tenía?
Ángela: "Conocía a Pedro en mi clase de estadística. Es listo y los dos
íbamos bien en esta materia, por lo que, cuando ya estaba fijado un examen
parcial difícil, me gustó mucho que me invitase a prepararlo juntos. Nunca
pensé que fuera otra cosa que una cita para estudiar. Esa noche, al
principio, todo fue muy bien; estudiamos mucho en poco tiempo, por lo que,
cuando sugirió que descansáramos, pensé que nos lo habíamos ganado. Bueno,
de repente empezó a actuar de forma muy romántica y comenzó a besarme. Me
gustó que me besase, pero entonces empezó a tocarme por debajo de la blusa.
Me retiré y traté de que se detuviera, pero no me hizo caso. Poco después,
dejé de luchar; me estaba haciendo daño y estaba asustada. Él era mucho
mayor y más fuerte que yo. No podía creer lo que me estaba pasando. No sabía
qué hacer. Me obligó a tener relaciones sexuales con él. Cuando pienso en
ello, creo que debía haber gritado o hecho algo además de tratar de hacerle
razonar, pero no me lo esperaba. No podía creer lo que pasaba. Todavía no
puedo creerlo". |
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