POR
DONDE EMPEZAR A RESOLVER LOS PROBLEMAS EN LAS RELACIONES
Cuando
estamos inmersos en una situación que nos preocupa, con frecuencia vemos
relativamente claro qué es lo que debemos hacer; las dificultades surgen a la
hora de ponerlo en marcha, cuando tenemos que decidir ¿por dónde empezamos?
Antes de
tomar una decisión importante, hay que conseguir un estado previo de serenidad y
tranquilidad, que nos permita observar con calma los hechos, ver con claridad
los estados emocionales y decidir con objetividad las acciones que vamos a
realizar.
A veces
será necesario que nos separemos un poco de la situación que nos agobia, que nos
distanciemos en la medida de lo posible y que nos permitamos tomar nuestras
decisiones libremente, sin dejarnos condicionar por opiniones o hechos que
parezcan atraparnos.
Nosotros somos los que mejor nos conocemos, los que sabemos cómo nos
sentimos, en qué medida disfrutamos y hasta dónde sufrimos. No podemos dejar en
otras manos el timón de nuestras vidas.
En
nuestras relaciones interpersonales partimos de unos hechos claros:
1.
Nosotros podemos llegar a conocernos, en la medida en que podemos ser
conscientes de lo que pensamos y sentimos en cada momento.
2.
Nuestros pensamientos son los que originan nuestras emociones, por lo que,
además de saber qué sentimos, sabemos por qué lo sentimos.
3. A los
demás, en principio los intuimos. La observación de sus conductas —verbales, y
sobre todo no verbales— nos dará las claves de sus pensamientos y sus
sentimientos.
4. Sus
pensamientos nos permitirán comprender el mecanismo de sus emociones. Cuanto más
conocimiento tengamos sobre la psicología de las relaciones humanas, mejor
podremos disfrutar de nuestras coincidencias y mejor nos podremos proteger de
las discrepancias.
5. La
comprensión de las reacciones de otras personas no significa la aceptación de
las mismas, pero sí nos sitúa en una posición de privilegio que nos permite
seleccionar las opciones más adecuadas en el proceso de comunicación.
6. La
familiarización con las emociones propias y ajenas nos ayudará a reaccionar con
prontitud, de forma precisa y adecuada a cada circunstancia.
7. El
conocimiento de las diferencias que nos separan nos permitirá eliminar barreras
y construir puentes de entendimiento.
Es el momento de adentrarnos en los conocimientos que nos permitirán situarnos
en el punto de partida. Pero no sintamos que estamos al principio de una
carrera, estamos en el transcurso de una vida; nuestra meta no será llegar al
final de un camino, sino vivir con plenitud cada parte, cada punto, cada curva y
cada sendero del recorrido. Estos conocimientos los encontraremos en los
siguientes espacios.
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