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LINO (Linum usitatissimum)
Su uso como planta medicinal
se remonta al siglo vi a. de C., cuando el grano formaba parte de la
alimentación; en el siglo posterior, Teofrasto, en su obra Historia de las
plantas, la cita como planta para uso terapéutico.
CARACTERÍSTICAS
Se trata de una planta
herbácea anual, de un único tallo, estrecho, hueco y largo, de hasta 80 cm
de altura, sin nudos, con varios brotes en la base, con hojas, pero estéril.
En las hojas, estrechas y largas, acabadas en punta, se evidencia de una a
tres nerviaciones longitudinales muy prominentes.
Las flores, grandes, de un
precioso color azul pálido, con cinco pétalos, se sitúan en el extremo del
tallo y en ramificaciones cercanas al extremo, con largos pecíolos. Se abren
con el sol, pero se cierran si hace mal tiempo. El fruto es una cápsula
seca, esférica, de casi 1 cm de diámetro, dividido en cinco compartimientos
con cinco semillas en cada uno; éstas son alargadas, marrones, lisas y
brillantes (de ellas se extraen los principios activos).
LOCALIZACIÓN
Oriundo del Cáucaso, el lino
se ha cultivado en grandes plantaciones no sólo en Europa y Asia, sino en
Australia, Argentina o Brasil. Requiere suelos aireados, frescos y
profundos. Existe una especie que se cría espontáneamente en Europa (Linum
angustifolium), pero no tiene las propiedades terapéuticas del lino.
PRINCIPIOS ACTIVOS
Como planta medicinal, se
utiliza la semilla, una tercera parte de la cual está compuesta de aceite,
el aceite de linaza. Contiene también un mucílago rico en sales minerales y
un glucósido (denominado linamarósido).
PROPIEDADES MEDICINALES
El mucílago es el
responsable de las propiedades emolientes (que ablanda las partes
inflamadas) de la semilla del lino. También se emplea contra el
estreñimiento. Por su riqueza en aceite, tiene asimismo propiedades
vermífugas.
RECOLECCIÓN
Se cogen los frutos una vez
maduros, al final del verano. La recolección se realiza manualmente o con
procedimientos mecánicos que separan los frutos de ramas y hojas.
USOS Y APLICACIONES
Las semillas pueden
utilizarse directamente, como si fueran caramelos, para obtener efectos
purgantes (contra el estreñimiento). Contra las inflamaciones intestinales y
del estómago se emplea una infusión de semillas (una cucharadita de semillas
por taza tres veces al día). La harina resultante de moler la semilla
(harina de linaza) se utiliza para preparar cataplasmas emolientes (se
mezcla la harina con agua hasta obtener una pasta consistente): se aplica
sobre las zonas hinchadas y se envuelve con una gasa. |
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