·
Un hijo ha de ser el fruto consciente y
responsable del amor. No del deseo, del capricho o del descuido
fortuito.
· No engendréis un
hijo si no estáis lo suficientemente unidos y maduros como para poder
educarlo con éxito.
· Siempre existe un
mejor momento para engendrar un hijo, cuando vuestros cuerpos están sanos,
las almas plenas y hay unión espiritual con plena coincidencia de
proyectos biográficos. Elegid el momento en que las fuerzas de la
naturaleza están en ascenso.
· La educación de
vuestro hijo es asunto de los dos.
· No dejéis de pasar
tiempo con vuestro hijo, jugando, acariciándolo, estando piel con piel.
Los dos.
· Educar no es
imponer en, sino extraer de.
· Educar no es
llenar una vasija, sino avivar un fuego.
· El mejor educador
es Don Amor.
· La educación
correcta de vuestro hijo requiere una atmósfera de paz y armonía.
· En el despliegue
armonioso de lo que vuestro hijo es, tiene gran importancia una
alimentación adecuada. Durante los primeros meses (puede ser hasta más de
un año) el mejor alimento para vuestro hijo es la leche materna.
· La leche de la
madre será tanto mejor cuanto más intenso sea el amor entre vosotros,
cuanto mejor sea la alimentación de la madre y más elevados vuestros
pensamientos y sentimientos hacia él, hacia vuestro hijo.
· Vuestro hijo no es
vuestro hijo. Es hijo de la Vida Una que viene a través vuestro. Cuidado
con el amor posesivo. Le perjudicáis mucho a él y os perjudicáis a
vosotros.
· Vigilad
atentamente las influencias que pueden ejercer los demás integrantes de la
familia en la educación de vuestro hijo. No le dejéis mucho tiempo en
manos de abuelos o de otros familiares. El amor de los padres es básico.
· Hasta los tres
años y más, vuestro hijo no aprende por lo que le decís. Aprende por
ósmosis. No le educáis por los comentarios y regañinas, sino por lo que
sois.
· Vuestro ejemplo, y
no otra cosa, forma la conciencia moral de vuestro hijo para el día de
mañana.
· Las crisis de
algunos muchachos son crisis de "ausencia de padre" o de madre. Meditad
sobre esto.
· No es un buen
educador quien no es capaz de autoeducarse.
· Para vosotros
padres, que estáis educando a vuestro hijo: Hablar es don de muchos. Saber
callar es virtud de pocos. Saber escuchar es arte de poquísimos.
· Padres: vuestra
vida es una lucha entre lo real y lo ideal. Lo que más necesitáis es la
virtud de la paciencia.
· En la etapa de
lactancia y de "jardín de infancia", el niño está abierto a toda clase de
impresiones. Lo más importante que debéis aportar en esta etapa es la
sensación de seguridad, de confianza, de protección. Él debe tener la
sensación (real) de que se le ha recibido bien en este mundo.
· En la fase
siguiente al estirón y la dentición el niño vive dentro de sí. Se expresa
sobre todo la fuerza de su fantasía. Allí construye su propio mundo. Esta
fantasía es la base sobre la que después se podrá desarrollar su
creatividad. En esta fase no deben faltar lecturas de libros adecuados.
· Una educación
orientada únicamente en lo intelectual mata la fantasía y tortura a los
hombres, que más tarde se encuentran aislados y experimentan que son
incapaces de contactos auténticos.
· En esta fase, la
instrucción artística, el juego creativo no competitivo, y las narraciones
de los padres operan sobre las capacidades psíquicas y son poso
alimenticio para la originalidad y la espontaneidad.
· En esta segunda
fase el niño debe experimentar que el mundo abunda en gozo y belleza.
· Durante la
pubertad el muchacho-a desarrolla un sentimiento de que nadie le
comprende. Existe una tendencia a admirar a algunos de los mayores de su
entorno. Debe existir un mayor a quien admirar. Si sois vosotros, mejor.
· En la fase de la
adolescencia el joven tiene como quehacer el encontrar su puesto (siquiera
sea transitorio) en el mundo.
· En la adolescencia
aparece la búsqueda de una idea del mundo. Interés por lo religioso, y un
empeño por lo político, que en esta edad tiene todavía carácter religioso.
Es el momento de la elección de estudios.
· Lo verdadero, lo
bueno y lo bello, son básicos en el ser del hombre. Deben ser
desarrollados en la adolescencia y juventud para que luego crezcan como
sabiduría y creatividad.
· En la adolescencia
la evolución depende de la plenitud interna, más que del bienestar
externo.
· La educación
sexual no debe separarse de la educación para amar.
· En la adolescencia
el joven no se echa a andar sólo para llegar, sino también para vivir
mientras camina.
· El niño toma
conciencia del Yo hacia los tres años. El niño vive el Yo iniciándose el
proceso de la escolarización elemental y brota del todo en la
pre-pubertad. La realización del Yo debe ser lo más importante en la
adolescencia.
· Vuestro hijo, no
pasará con éxito la difícil fase de la adolescencia si no le habéis
educado en el binomio libertad-responsabilidad.
· Padres: debéis ser
los mejores amigos de vuestros hijos.
· Sacad tiempo para
poder hacer tertulias en las que dialogar con vuestros hijos. Compartirlo
todo. Esto debe realizarse progresivamente desde la tierna infancia. Si
pretendemos realizar las charlas ya en plena adolescencia, posiblemente
nos será muy dificultoso.
· Lo central en el
hombre es el sentimiento. Para desplegar una emotividad sana es necesario
el arte. ¿Cuánto tiempo emplean vuestros hijos en actividades artísticas?
¿Y en actividades espirituales?
· El contacto
frecuente con la naturaleza desarrollará en vuestro hijo una forma de
pensar y de sentir más en armonía con la Leyes Divinas.
· La gimnasia, el
deporte, ayudan mucho a desarrollar una voluntad firme. Serán buenos si no
son competitivos.
· Ayudad a vuestros
hijos para que desarrollen un pensamiento vivo. No un pensamiento
intelectual muerto. Enseñadle a descubrir aquello espiritual que siempre
late tras lo material. Enseñadle a conocer el mundo de las causas: el
mundo espiritual. No os conforméis con que conozca el mundo de los
efectos: el mundo de la materia.
· El castigo debe
ser sobre todo la ausencia de premio.
· Vuestros hijos
deben responsabilizarse para ayudaros en alguna de las tareas concretas
del hogar. Y hacer rotación de tareas.
· Ridiculizar a un
hijo es sembrar las primeras semillas de un sentimiento de inferioridad.
No dejéis de alabar sus acciones positivas y de comprender las negativas.
· La educación ha de
ser más hija de la estima, la confianza y el amor que de la autoridad y el
respeto.
· Si posees una
mente rígida, mal podrás educar a tu hijo. La educación es un continuo
ejercicio de tacto y flexibilidad con cada hijo.
· En educación se ha
de dar una tonelada de espiritualidad, por cada gramo de libertad.
· En educación, toda
la libertad que sea posible, y toda la vigilancia que sea necesaria.
· Lo importante no
es preocuparse, sino ocuparse de los hijos.