LA CONSCIENCIA: EL
CAMINO PARA DISOLVER EL SUFRIMIENTO
No crees más
dolor en el presente.
No hay persona cuya vida esté totalmente libre de dolor y de
sufrimiento. ¿No se trata más bien de aprender a vivir con ellos que de
intentar evitarlos?
La mayor parte del
dolor humano es innecesario. Lo crearás tú mismo mientras la mente no
observada dirija tu vida.
El dolor que creas en el ahora siempre surge de una falta de aceptación,
de una resistencia inconsciente a lo que es. Como pensamiento, la
resistencia es un juicio de algún tipo. Como emoción, la resistencia es
algún tipo de negatividad. La intensidad del dolor depende del grado de
resistencia al momento presente, y ésta a su vez depende de lo fuerte que
sea tu identificación con la mente. La mente siempre trata de negar el
ahora y de escapar de él. En otras palabras: cuanto más te identificas con
tu mente, más sufres. O puedes decirlo de este otro modo: cuanto más capaz
seas de valorar y aceptar el ahora, más libre estarás del dolor y del
sufrimiento, más libre de la mente egotista.
¿Por qué la mente
se resiste al ahora? ¿Por qué lo niega? Porque no puede funcionar y
conservar el control sin el tiempo, que es pasado y futuro, de modo que
percibe el ahora intemporal como una amenaza. Tiempo y mente son, de
hecho, inseparables.
Imagínate que no
hubiera vida humana sobre el planeta y sólo estuviera habitado por plantas
y animales. ¿Habría pasado y futuro? ¿Podríamos seguir hablando del tiempo
de manera significativa? Preguntas como «¿qué hora es?» o «¿qué día es
hoy?», si alguien las preguntara, no tendrían ningún sentido. Al roble o
al águila les parecerían divertidas. Contestarían: «¿Qué hora es?...
Bueno, es ahora. ¿Qué otra hora puede haber?»
Sí, necesitamos la
mente y el tiempo para funcionar en el mundo, pero llega un momento en el
que se apropian de nuestras vidas y es entonces cuando se instauran la
disfunción, el dolor y el sufrimiento.
La mente trata
constantemente de encubrir el momento presente con el pasado y el futuro a
fin de conservar el control, y así, a medida que la vitalidad y el
infinito potencial creativo del Ser —que es inseparable del ahora— queda
cubierto por el tiempo, tu verdadera naturaleza queda oscurecida por la
mente. La mente humana ha ido acumulando una carga de tiempo cada vez más
pesada. Todos los individuos sufren bajo esa carga, pero siguen
aumentándola cada vez que ignoran o niegan ese momento precioso, o bien lo
reducen como medio para llegar a un momento futuro que sólo existe en la
mente, nunca en la realidad. La acumulación de tiempo en la mente humana
individual y colectiva también contiene una gran cantidad de dolor
residual del pasado.
Si no deseas crear
más dolor para ti mismo ni para los demás, si no quieres añadir más dolor
al residuo del pasado que aún vive en ti, no crees más tiempo, o crea el
imprescindible para gestionar los aspectos prácticos de la vida, ¿Cómo
dejar de crear tiempo? Date cuenta inequívocamente de que el momento
presente es lo único que tienes. Haz del ahora el centro fundamental de tu
vida. Si antes vivías en el tiempo y hacías breves visitas al ahora,
establece tu residencia habitual en el ahora y haz breves visitas al
pasado y al futuro cuando tengas que resolver los asuntos prácticos de tu
vida. Di siempre «sí» al momento presente. ¿Qué podría ser más fútil, más
necio, que crear una resistencia interna a algo que ya es? ¿Qué podría ser
más demente que oponerse a la vida misma, que es ahora y siempre ahora?
Ríndete a lo que es. Di «sí» a la vida, y observa cómo la vida empieza
repentinamente a funcionar a favor tuyo en lugar de ir contra ti.
El momento
presente a veces es desagradable, inaceptable u horrible.
Es como es. Observa
cómo tu mente le pone una etiqueta y cómo ese proceso de etiquetar, ese
continuo juicio, crea dolor e infelicidad. Observando la mecánica de la
mente sales fuera de sus patrones de resistencia, y entonces puedes
permitir que el momento presente sea. Esto te permitirá sentirte
internamente libre de las condiciones externas, probar el estado de
verdadera paz interna. A continuación observa qué ocurre, y actúa si es
posible y necesario.
Acepta y después actúa. Acepta cualquier cosa que contenga el momento
presente como si la hubieras elegido. Trabaja siempre a favor del momento,
no contra él. Haz del presente tu amigo y aliado, no tu enemigo. Esto
transformará milagrosamente tu vida.
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