No es un maestro
ese personaje a quien das vida con la imaginación. Es tu debilidad, la
necesidad de sentirte protegido, amparado, comprendido, halagado, quien
crea esa figura mítica que luego superpones sobre un cuerpo de carne y
hueso. Es como un encantamiento, una fantasía de tu mente romántica con la
que tratas de proteger tu indulgencia. No es un maestro; es un dios lo que
tú necesitas. No estás preparado aún para enfrentarte a la responsabilidad
de tu propia vida. ¿Comprendes, ahora, la respuesta masiva a los gurus
deificados?
Los
temores ancestrales, la inmadurez espiritual, las emociones primarias, y
la ausencia de discriminación impiden que seas dueño de tu propia vida.
Por eso "creas" un refugio inexpugnable, una fuente de amor y misericordia
que comprenda y perdone tus debilidades. Para que no resulte demasiado
abstracto, le dotas de un nombre y una forma y para que quede
definitivamente vinculado a ti, le proclamas guru, le entronas en tu
corazón y vuelcas en él tu neurosis. Bueno, tienes lo que quieres, pero no
un maestro.
Un maestro es esa
persona que sabe desenmascararte con una mirada, que machaca
implacablemente tu ego, castiga mucho más que halaga, que tiene el poder
de hacerte sentir pequeño y miserable y grande y audaz, que te mantiene
siempre en el límite de tus posibilidades, que no te concede tregua, que
te deja -sin abandonarte- en las situaciones difíciles, que no pacta
jamás, que no se aviene, a pesar del tiempo y el contacto, a la
familiaridad de la amistad, que se escurre como un pez cuando crees haber
conseguido su favor, que estalla como un volcán cuando adoptas una actitud
soberbia y no cesa en su intensidad hasta verte humillado.
No te engañes, amiga.
Un auténtico maestro enseña poco. Lo que hace es dejar que aprendas a su
lado. Le importa la actitud. Sabe muy bien que sin la actitud adecuada no
hay avance. Por eso castiga tu arrogancia, tu holgazanería, tu inveterado
afán de buscar excusas para cubrir tus faltas, tu autosuficiencia, tu
excesiva familiaridad, tu falta de respeto. ¿Quién es él, puedes aducir,
para arrogarse esas funciones? Tu maestro. Alguien que tiene la misión de
mejorarte y que, por eso, te hace llorar. Sírvele, hónrale y respétale.
Eres muy afortunada de tener alguien que te guíe en la vida.
Hay
quien piensa erróneamente que si tienes un guru o un maestro, entonces
tienes que renunciar a tu poder... Según mi experiencia, nada podría
distar más de la verdad. Mi experiencia es que el Maestro te ayuda a
alcanzar tu propio poder y a sostenerte sobre tus propios pies; y es algo
que ocurre en cuanto eres capaz de aceptarlo. En presencia del Maestro,
somos capaces de alcanzar más deprisa nuestra propia plenitud y nuestra
propia perfección. A medida que te vas aproximando al Maestro, le
encuentras cada vez menos a él y cada vez más a ti mismo. El Maestro es un
espejo. Sólo en ese caso, te puede dar la impresión de que te ves ampliado
mil veces más. Puede ser muy intenso. Tienes que enfrentarte contigo mismo
como nunca lo habías hecho hasta entonces.
Lo que me hizo
emprender la búsqueda fue una profunda ansia de verdad, un profundo anhelo
de conocer el amor perfecto, un deseo de conocer todo lo que puede llegar
a ser la vida, una sed de divinidad y de dicha pura. Mi experiencia es que
mi Maestro, que respondió a este ansia y este anhelo de mi corazón, me
ayudó a disipar mi ignorancia, mis limitaciones, mis miedos, mi karma, mi
ego, y todo lo que me impedía conocer mi propia naturaleza divina dormida
dentro de mí.
El verdadero Maestro
es un mero camino hacia tu propio ser interior.
Maestros de sabiduría.
En
los ambientes de la llamada Nueva Era se les conoce como "Maestros de
Sabiduría" o "Ascendidos". Sus oraciones y "dictados" canalizados se
erigen en el "misal" de estos grupos promotores de una "nueva conciencia".
Sus comunicaciones se difunden en miles de libros y recorren Internet,
esbozando un nuevo credo. Pero ¿quiénes son estos seres cuyo rostro ha
sido reproducido por artistas psíquicos? ¿Dé donde provienen? ¿Cuál es el
cometido que les ha empujado a interrumpir su evolución espiritual "por
amor a la humanidad", según sus seguidores?
Según algunos manuales
metafísicos estos Maestros rondarían la centena, si bien de muy pocos se
conocen sus nombres y el trabajo que llevan a cabo. En mensajes que hacen
llegar a sus "canales" o "portavoces psíquicos", destacan que siempre
estuvieron aquí, la mayoría de ellos encarnados en un cuerpo físico, otros
obrando desde una cercana pero invisible dimensión etérica.
Miles de personas, de
los más variados credos y culturas, aseguran estar en comunicación con uno
o varios de tan enigmáticos Maestros. En sus supuestos mensajes éstos
sostienen que disponen de un conocimiento adquirido a lo largo de millares
de vidas y que les mueve "un propósito inteligente e iluminado": una
actitud de servicio a la humanidad. También aseguran que siguen de cerca y
desde hace mucho tiempo nuestros pasos. Todos ellos constituirían una
Jerarquía, junto con Devas o Ángeles, encargados de elevar la
"vibración humana" y de trasmitirnos enseñanzas, los Arcángeles, sus
superiores, y los Elohims, especializados en la creación de formas en los
diferentes reinos. Esta "Hermandad Blanca o Solar" habría asumido la
responsabilidad de ejercer un gobierno interno del planeta, de velar por
nuestro proceso evolutivo.
En consonancia con lo
que ha pregonado la tradición oculta, la humanidad no seguiría un camino
al azar, sino que existiría un plan divino tras los acontecimientos del
mundo. En el presente asistiríamos a un momento extraordinario, al
comienzo de un nuevo ciclo que obedecería al orden cósmico previsto en
dicho designio. Nunca antes habría habido en la Tierra un período como el
actual, en el cual es posible establecer un contacto permanente con los
"Hermanos Superiores" y utilizar tanta luz y fuerzas espirituales puestas
a nuestro servicio.
Este plan sería
gestionado por el Gobierno Espiritual del planeta. Vigilar la evolución y
guiar los destinos del hombre, sin mermar su libre albedrío, tratando de
alentar el sentimiento de fraternidad y de unidad espiritual, serían sus
objetivos. Los Maestros estarían empeñados en socorrernos, haciéndonos
conscientes de nuestra naturaleza y potencial de evolución.
Asimismo, los Maestros
estarían particularmente motivados en hacer converger el pensamiento
oriental y el occidental, como paso previo a la conformación de una
"religión" unificada.
Los Maestros
perseguirían la "redención planetaria", concretada en la construcción de
una nueva civilización basada en los valores eternos. Para esta obra era
preciso, según revelaba el "Tibetano", la creación de un "Nuevo Grupo de
Servidores del Mundo"; es decir, de un voluntariado que operaría como
intermediario entre la humanidad y la Jerarquía Espiritual.
En nuestros días, tal
como afirman muchos supuestos "canales" de los Maestros, el "auxilio
jerárquico" se haría más intenso a la vista de la delicada situación que
atraviesa nuestro planeta. En estos tiempos de crisis, el Gobierno
Espiritual estaría redoblando sus esfuerzos y dándose a conocer cada vez
de forma más cercan, en aras de la próxima graduación de la Tierra como
planeta de luz y amor.
Perfil de los Maestros
El
Morya (del primer rayo) ha servido en numerosas encarnaciones como
legislador de hombres, monarcas y naciones, convirtiéndose así en un
experto en economía, asuntos de estado, y psique humana y, por lo tanto,
en su concreción en las relaciones personales e internacionales.
Lady Nothing (segundo rayo) está
involucrada en la tarea de insuflar elevados valores a las parejas y a las
familias. Contribuye con sus ángeles y devotos a mitigar la tensión
mundial y la "carga astral" (emociones negativas) de la conciencia de las
masas.
Pablo el Veneciano (tercer rayo)
está dedicado al perfeccionamiento de las almas y al desarrollo de las
facultades intuitivas y creativas. Insufla a los artistas imágenes
elevadas para que las plasmen en sus obras. Este Maestro, que encarnó en
diferentes vidas como pintor y escultor, promueve también la facultad de
discernimiento en la mente de los humanos.
Serapis Bey (cuarto rayo) fue sumo
sacerdote en un gran templo de la Atlántida. En la Hermandad se le conoce
como el disciplinario y es inflexible en su dedicación a la pureza.
Morya lo describe como "un espartano cuya ardiente determinación ha
salvado a muchas almas del cieno de la autoindulgencia".
Hilarion
(quinto rayo) inspiró La voz del silencio,
de Madame Blavatsky, y Luz en el camino, de Mabel Collins. Está
especialmente interesado en ayudar a los escépticos a acercarse a verdades
de contenido más espiritual. También centra su tarea en instruir sobre el
uso adecuado de la energía de la sanación.
Juan el Amado (sexto rayo) fue
reconocido en una de sus vidas como el discípulo más querido del Maestro
Jesús, y fue quien recostó su cabeza sobre su pecho en el momento de la
Última Cena. Su cometido es insuflar en la humanidad un espíritu
devocional. La era pasada transcurrió bajo la radiación de este rayo y por
ello muchas de las grandes religiones han estado bajo su influencia.
El Conde Saint Germain (séptimo
rayo), también conocido como Maestro Rackoczi, "vivió para liberar a los
hombres", según una frase que resume las muchas encarnaciones de este
Maestro. Viene a iniciarnos en el don de la profecía y en el de hacer
milagros. Desea que podamos ver lo que llega hacia nosotros y que
transformemos todas las situaciones duras y difíciles con el uso de la
llama violeta liberadora o poder divino transmutador. Es el más activo
de todos los señores de los rayos, pues en los últimos 1.500 años no ha
dejado de manifestarse.
Así se manifiestan los
Maestros
Las cinco diferentes
formas de manifestación de los maestros, serían las siguientes:
1. Algunos conservan
su cuerpo físico durante cientos de años.
2. Nacen nuevamente de
unos padres (reencarnación), pero en muy pocos casos.
3. Trabajan a través
de un discípulo. Éste habla, pero es el Maestro quien se manifiesta a
través de él. Puede estar a su lado, en cuerpo etérico (no visible) o a
grandes distancias. La comunicación es telepática.
4. Un discípulo
abandona su cuerpo físico y el Maestro lo ocupa durante determinado
tiempo.
5. Se forma un cuerpo
sólido aparentemente tan real como el de los humanos, pero que puede
aparecer y desaparecer a voluntad. Todos los Maestros tendrían este poder.
Cada vez más personas,
estimuladas por una vocación de entrega al prójimo, experimentan la
creciente inspiración de una espiritualidad sin nombre ni fronteras. Éste
es un fenómeno silencioso de alcance mundial, que no se registra en los
teletipos de las agencias, pero que respondería milimétricamente al plan
de los Maestros de Sabiduría.
Puede que algún día te
cruces con ellos, puede que ya tu interior sepa que lo ha hecho.
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