LOS ÁNGELES
"Del alba del tiempo nosotros vinimos y bajamos silenciosamente a través de
los siglos, ayudando a muchas personas en secreto."
Seguramente
es cierto que están ahí, a nuestro alrededor, velando por justos y
pecadores, pues una misión tan divina no podía excluir a nadie. Durante la
niñez su presencia nos ha acompañado en nuestras fantasías y creencia
religiosas, y sus representantes en la tierra nos han asegurado que están a
nuestro lado para ofrecernos protección contra los demonios y las
circunstancias adversas. Teníamos (en la niñez con seguridad, ahora no
sabemos) un Ángel de la Guarda para cada uno, un ser divino que nos cuidaba
para que nada malo nos ocurriera.
Los dibujos, más que los
sacerdotes, nos lo describían siempre con alas blancas, elemento
imprescindible para que pudiesen volar desde el cielo a la tierra
velozmente, incluso más que un avión, aunque ahora simplemente se aparecen
ante los mortales. Posiblemente no tengan alas, pero tampoco estamos seguros
de lo contrario, puesto que los pocos mortales que han tenido el privilegio
de verlos no han confirmado esta peculiaridad. Por supuesto, habitualmente
son invisibles físicamente, pero su presencia se percibe y sus acciones son
puramente terrenales.
La Biblia los ha descrito como
el ejército alado de Dios, pues parece imposible que exista un rey sin
soldados, y por eso ellos pudieron expulsar del Cielo a ese arcángel a quien
no le gustaba obedecer y que decidió convertirse en el Diablo.
Esencialmente, un Ángel es un ser espiritual que existe en la mayoría de las
religiones, y en todas se le atribuye la labor de ayudar al ser supremo de
luz en su misión universal y de estar en posesión de facultades increíbles,
entre ellas comprender los misterios del universo, volar o materializarse
solamente delante de personas específicas.
¿Qué son los Ángeles?
El interés por los Ángeles,
por saber sobre su existencia y poder, realmente ha aumentado en los últimos
años, aunque no hay disponible mucha más información ahora que antes.
Desgraciadamente, algunos autores o supuestos investigadores actuales en
realidad solamente han estado interesados en destruir las creencias de las
personas en ellos, nunca en aportar datos más clarificadores.
Lo que se observa en seguida
es que los datos que se aportan son extraordinarios y las experiencias
vividas con estos seres superan la mayoría de las fantasías del ser humano.
Si, como sus detractores afirman, todo es falso y generado para dar
credibilidad a la existencia de Dios, el Cielo o la otra vida, habría que
considerarla como la fábula más imaginativa de todas.
Aunque la Biblia se refiere a
los Ángeles de muchas maneras, por ahora consideraremos tres formas de
mostrar a los Ángeles.
Dios aparece con los Ángeles.
Los Ángeles son los mensajeros
de Dios.
Todas las personas, poseen su
propio Ángel.
Los nueve coros de Ángeles
·
Serafines
· Querubines
· Tronos
· Dominaciones
· Virtudes
· Potestades
· Principados
· Arcángeles
· Ángeles
Primera tríada:
Serafines, Querubines y Tronos.
Segunda tríada:
Dominaciones, Virtudes y
Potestades.
Tercera tríada:
Principados, Arcángeles y Ángeles.
Querubines:
Los Querubines, sabios o maestros
celestiales, son igualmente criaturas celestiales aladas, aunque no tienen
el aspecto humano de los Ángeles. Su misión no es pelear, sino guardar el
árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Recogen la sabiduría de los
Serafines y la distribuyen, delegando el trabajo concreto sobre otros
Ángeles, los discípulos.
Estos
seres celestiales que constantemente están en la presencia de Dios, no
parecen tener una misión terrenal alguna.
Serafines:
Los Serafines
podrían ser la fuente de luz y calor para Dios, aunque no parecen gozar de
un gran prestigio, pues solamente se les menciona en las escrituras en la
visión de Isaías.
La
palabra deriva de Serpa, que podría ser traducida como "serpiente", "quemar"
o "ardiente", aunque también hay quien prefiere como "ruedas de fuego". Si
existe una categoría en el Cielo, ellos podrían ocupar la máxima posición,
la más próxima a Dios, pues es posible que no hayan sido creados a imagen y
semejanza de Dios, como nosotros, sino que tengan parte o esencia de Él,
como hijos o hermanos.
Tronos:
Los Tronos
controlan el orden universal, analizan los resultados y permiten que todo
ocurra en el momento y lugar preciso. Son los consejeros personales de Dios,
impasibles, serenos y equilibrados, cuya misión celestial es lograr la paz y
la calma que el lugar y sus moradores requieren. También controlan el tiempo
y el espacio para conseguir que cada cosa ocurra en el momento adecuado.
Dominaciones:
Las Dominaciones conocen perfectamente la
obra de la creación y por ello delimitan el lugar en el cual se van a
desarrollar los acontecimientos y crean leyes dinámicas y físicas para que
ello pueda ser posible. Con ellos todo el universo está perfectamente
sincronizado y en plena actividad.
Virtudes:
Las Virtudes materializan los deseos
divinos y darán la forma, el color y el olor adecuado a cada cosa, y cuando
esto sea así es cuando la incorporan al universo. Antes formaban parte de
esa dimensión desconocida que no es el Cielo ni la Tierra y que espera su
momento para manifestarse.
Potestades:
Las Potestades
proporcionan la energía a todos los seres vivos, eso que se menciona como el
aura individual, y delimitan el tiempo que dispondrán de ella. A los
elementos más sutiles, etéreos, les infundirán una energía especial "Prana"
para que puedan manifestarse y efectuar su misión.
Arcángeles:
Los Arcángeles son los oficiales del
Cielo, los jefes del ejército de Dios, Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel.
Estos cuatro dirigentes son los encargados de organizar el Apocalipsis, la
batalla cósmica final entre las fuerzas del mal y del bien.
Ángeles:
Son los más abundantes, las legiones como las
denominada Jesús, y están divididos a su vez en dos grupos: los
constructores y los custodios. Los primeros controlan todo lo referente al
espíritu, el éter y los cuatro elementos básicos de la vida, mientras que
los segundos se ocupan del ser humano y de la naturaleza.
Razonablemente, existen
El ser humano ha presentido
desde los albores de su existencia que no está solo en el universo, y por
ello la imagen de Dios permanece sólidamente anclada a pesar de sus
detractores. Las iglesias y lugares para adorarle siguen presente y los
creyentes no disminuyen en ningún lugar del mundo. Quizá ello de debe a que
hay también otro presentimiento que nos acompaña y es la sensación de que
alguien nos cuida, alguien que no es tan lejano como Dios, tan ocupado que
resulta imposible que se preocupe de alguna hormiga humana.
Los Ángeles, su presencia, es
asumida por millones de personas del mundo entero, aunque algunos los llamen
espíritus, destino o suerte. Ese factor que hace que las cosas imposibles o
difíciles se logren sin una explicación racional, pudiera englobarse
perfectamente si admitiéramos la creencia de los Ángeles.
En los hospitales hay Ángeles
sanadores que realizan curaciones que escapan a la lógica, así como también
se materializan delante de los moribundos para acompañarles en el paso entre
la vida y la muerte. También son Ángeles los que nos evitan ese accidente
que parecía inevitable o que nos mantienen con vida debajo de toneladas de
escombros.
Los niños, por supuesto, son
los más protegidos, y de no ser así la mortalidad infantil sería mucho más
alta, pues la mayoría de los días su inexperiencia les pone en situaciones
trágicas y mortales. Hasta los más incrédulos, cuando recogen a un niño que
ha caído de un cuarto piso y que se encuentra sano y salvo, aunque asustado,
comentan que ha sido un milagro y como estos asuntos son obra divina no
queda más remedio que reconocer que su Ángel guardián le ha salvado.
Medio en broma, medio en
serio, las personas empleamos la palabra Ángel cotidianamente, como cuando
decimos. ¡angelito...!, refiriéndonos a una persona sin maldad;
¡Ángel mío!, si queremos expresar el sentimiento de amor perfecto, o
¡es un Ángel!, cuando hablamos de una persona buena hasta aburrir. De
igual modo, el cine y los anuncios publicitarios hablan con cierto respeto
de los Ángeles y mantienen viva su imagen, siempre con alas y vestidos de
blanco, al mismo tiempo que nos recuerdan que el Ángel malo, Satanás, está
alrededor de nosotros como antes lo estuviera en épocas bíblicas. Si nadie
cree en ellos, tal como sus detractores insisten, ¿a qué viene tanta
insistencia en los medios de comunicación?
El
regreso
Ahora ya no se materializan,
al menos con su presencia habitual tan inmaculada, pues prefieren hacerlo
bajo apariencia humana y desaparecer inmediatamente para no dar lugar a
situaciones extrañas. Quienes afirman haberles visto los describen como una
persona, generalmente un varón, que nos avisa o nos acompaña en momentos
claves de la vida, y que desaparece cuando su ayuda ha surtido efecto.
Algunas sectas nos hablan de
la Nueva Era, pero hay una controversia en este asunto, pues para unos ya
estamos en ella, mientras que para otros aún está por venir. Si la Nueva Era
ya ha comenzado, los inicios están justo hace dos mil años, cuando nació
Jesucristo, lo que explicaría las múltiples apariciones angélicas. Después
habrá un período de latencia hasta la llegada del Anticristo, que es cuando
las legiones de Ángeles retornarán.
En este momento su poder habrá
aumentado y se manifestarán de maneras diversas, con sonidos y luces,
pudiendo establecer contacto igualmente con animales y plantas, pues todos
los seres vivos se demostrará que son una misma cosa: la obra del Creador..
Durante algunos años la Humanidad tendrá pocas enfermedades y alcanzará más
sabiduría y efectividad, llegando a ser la Tierra algo así como el primitivo
Paraíso Terrenal. Será una segunda prueba que Dios pondrá a los hombres
antes del Juicio Final para saber si han aprendido la lección. Como
instructores divinos estarán los Devas violetas, un grupo especialmente
sabio que instruirá a los humanos, no solamente es las facetas puramente
sociales o sentimentales, sino en aquellas que nos permiten contactar con el
más allá y comprender, por fin, el motivo de nuestra existencia.
Y así, con los hombres cada
vez menos apegados a las cosas materiales, la Humanidad logrará concentrarse
más en el pensamiento y en su alma, teniendo una gran oportunidad para
alcanzar el Paraíso Perdido. Paralelamente el hombre aprenderá secretos
científicos hasta entonces desconocidos, como desplazarse en cuestión de
segundos a cualquier lugar del espacio, viajar por el tiempo, efectuar la
telequinesis y comunicarse con el pensamiento. La gravedad estará ya
dominada a voluntad, el sueño será considerado como un paseo diario por
otros mundos imposibles de explorar en estado consciente y se abandonará la
práctica de matar animales por diversión, placer o nutrición. La naturaleza,
y con ella todos los seres vivos, adquirirá los mismos derechos que los
humanos y nos daremos cuenta de que no hay especies mejores ni más
evolucionadas, con lo cual el señor Darwin pasará a ocupar un puesto en el
pelotón de los equivocados.
No hay, pues, un presagio
apocalíptico de la Humanidad en un futuro lejano, especialmente cuando el
dominio del cosmos sea tan fácil como lo es ahora el del campo o el mar. La
obra divina de haber construido al hombre a imagen y semejanza de Dios será
cada vez más visible, aunque ello no excluirá que nuevas masas de rebeldes o
personas maléficas renieguen, nuevamente, de Dios y sus leyes, y peleen con
las legiones de Ángeles celestiales. Esta vez, sin embargo, el Juicio Final
estará más cerca y con ello el final del mundo material.
Como vemos, todo el Cielo está
perfectamente estructurado y es difícil que en la actualidad algún nuevo
espíritu díscolo sea capaz de perturbar la paz allí reinante, algo
imprescindible cuando lleguen los millones de seres humanos que están
esperando entrar por méritos propios.
Si usted es creyente en Dios
por fuerza tendrá que creer en los Ángeles, por lo que no le será difícil
contactar con su propio Ángel de la Guarda. Solamente dispondrá del suyo si
piensa en él, si le llama, le consulta y, especialmente, si está convencido
de que está a su lado. Los Ángeles solamente se aparecen cuando la persona
que les convoca cree sin dudar en ellos.
Si usted necesita dibujarles
en su mente con alas y vistiendo una túnica blanca hasta los pies, con
rostro de mujer aunque con cuerpo de varón, siga haciéndolo pues a ellos les
resulta fácil adoptar cualquier forma que les pueda identificar cuando se
materializan.
Cuando deciden aparecer
visualmente ante nosotros han sido descritos como un ser humano sencillo.
¿Qué pueden hacer los Ángeles por nosotros?
Los Ángeles no pueden violar nuestro libre pensamiento, pero debemos de
estar deseosos de que estén en nuestras vidas. Cada uno de nosotros tiene un
Ángel guardián o guía, pero también podemos llamar a otros Ángeles para que
nos ayuden en circunstancias que requieren habilidades especiales o
conocimientos.
La
presencia angélica trae un sentimiento de fortalecimiento y proporciona un
enfoque sobre nuestra única misión y propósito en la vida. Abre el chakra
del corazón para que podamos sentir que nuestro corazón es manso y con más
compasión. Estamos entrando en una era donde el conocimiento y la aceptación
de los Ángeles están siendo cada vez más generalizados. La literatura actual
muestra experiencias personales de visitas por emisarios angélicos, bien sea
con experiencias cercanas a la muerte, momentos de tensión extrema y
requerimientos de intervención para que nos mantengan alejados de daños.
Los
Ángeles están aquí para ayudarle a encontrar la felicidad y el camino hacia
la espiritualidad, por eso no pueden indicarle nunca el número que será
premiado en la lotería. Lo que le proporcionarán es la sabiduría necesaria
para ganar lo suficiente a fin de vivir con dignidad. No se olvide que el
propósito en la vida es el conocimiento y ayudarle a identificar las
soluciones en su vida desde una perspectiva más alta y más adecuada, es
entonces cuando poseerá todas las riquezas de este mundo.
Los Ángeles caídos
Estos
seres, debido a su orgullo, no devolvieron el amor de Dios. Dios no los
destruyó y les permitió un alcance limitado de su actividad. Su condición es
permanente pues ninguna criatura puede rechazar el don divino de la
inmortalidad sin pagar las consecuencias y ninguna reflexión adicional
podría cambiar la mente de un ser completamente espiritual que ha rechazado
estar con Dios.
La doctrina que habla sobre
los demonios malignos en el mundo es tan cierta como la doctrina sobre los
espíritus buenos que están con nosotros. Que hay un Ángel malo al que ahora
le llamamos el Diablo es ya sabido, lo mismo que sabemos que es una persona
real con inteligencia y habilidad y que ejerce todos los atributos de su
personalidad maléfica. No es meramente una personificación del mal como
algunos enseñan, pues ello provocaría varias posiciones indeseables e
insostenibles, ya que antes fue un Ángel bueno, poderoso e inteligente.
De no admitir la existencia
del Diablo estaríamos atacando la credibilidad del propio Cristo, del
espíritu Santo y de Dios, así como la palabra que él inspiró. La doctrina de
la salvación también quedaría minimizada, puesto que de tener tanto poder
ningún hombre podría salvarse de él.
Las Sagradas Escrituras nos
dicen que Jesús estaba dispuesto para destruir a Satanás y sus trabajos, o
al menos que reduciría el alcance de su poder. A estas alturas y aunque
parece todo lo contrario, casi nadie puede negar la presencia de Satanás
entre nosotros y por ello cada niño debe ser consciente de su presencia y
prepararse para resistir sus malas influencias.
La pregunta que se hacen,
tanto los creyentes como los incrédulos, es: "¿Si todo esto es cierto, de
dónde vino Satanás y qué tipo de poder ejerce hoy?"
Cuando nosotros consideramos
el origen de Satanás hay dos posibles explicaciones: o él es tan eterno como
Dios o ha sido creado. La primera posición es claramente insostenible, pues
si la Biblia dice que solamente Dios tiene la inmortalidad, Él es el único
ser que habita desde la eternidad.
El nombre Satanás quiere decir
adversario en hebreo y acusador en griego, lo que está completamente opuesto
al carácter de Dios. Satanás también se llama "el dios de este mundo",
aunque nadie le convalidaría el nombre de dios, no tanto por su maldad como
por la ausencia de inmortalidad.
Si ya parece admitido que
Satanás ha sido creado, de nuevo hay dos alternativas: o Dios creó un ser
malo o a sus criaturas les dio la oportunidad de escoger entre el bien o el
mal. Si consideramos la primera posibilidad, aparecen dos problemas
distintos: ¿Cómo podría traer un Dios benévolo intencionadamente al mundo un
ser de semejante naturaleza diabólica si su obra debía estar hecha a imagen
y semejanza suya?
Cuando llegamos a esa última
conclusión, dos nuevas posibilidades se presentan: o Satanás todavía es un
Ángel bueno o es que algo ha salido mal en la Creación.
Poesía de un ser humano agradecido a su Ángel
Yo me
siento aquí en el silencio,
Cierro mis ojos y los imagino,
Y me
maravilla lo que veo en los sueños.
Háganse en la vida realmente,
Pues
no imagino a ambos en reunión,
Con
nuestras sonrisas y nuestros corazones que se unen.
Yo
imagino el contacto de nuestras manos
Cuando nosotros caminamos bajo los cielos a la luz de la Luna,
sabiendo la intensidad de nuestros pensamientos
cuando nos vemos profundamente.
Imagino que nuestros cuerpos están entrelazados,
el
amor haciendo uno solo,
con
una sonrisa,
pues
ello nos produce felicidad.
Yo
imagino su bondad,
su
caricia mansa,
un
escalofrío que llega a mí
y que
es suprimido.
Yo
imagino su amor,
una
reunión de mentes,
un
amante, un amigo,
tal
para cual.
Imagino un amor tan raro,
perfecto y correcto,
que
cuando pienso en ello
en
alguien eterno
¡pienso en ti!,
en mi
Ángel de la Guarda.
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